jueves, 31 de mayo de 2012

Navegando en el Rio Paraguay con el Cacique II

La navegación por el río Paraguay nos resulta un escaparate perfecto de sus orillas. 
Lo hacemos a ¡7 km! por hora a bordo del Cacique II rodeados en su interior de cebollas, huevos, papas y tomates, y otras encomiendas que transporta hasta Vallemí, cerca de la frontera con Brasil y a donde llegar en coche se hace difícil, siendo estos barcos casi la única entrada de bienes de primera necesidad, lo cual encarece los precios de los productos en una zona donde la gasolina super está a casi 2 dólares por litro. 


La música brasilera suena insistente en el puente de mando. Suben y bajan barcos por el río: algunos son remolcadores enormes de 300 metros que trasportan hierro y soja; cada poco tiempo se ven botes cerca de las orillas pescando, todo dominado por unas riberas en las que se alternan zonas transformadas en estancias ganaderas, silos y fábricas de cal, con otras de una naturaleza pletórica.
Si no surgen imprevistos se tardan unas 40 horas en hacer el recorrido hasta Concepción, pero esta vez no fue el caso y debido a una avería en el motor nos llevó casi 90 horas, de las cuales la mitad las pasamos junto a una fábrica de cal en Piquete Cue a 20 km de Asunción. Allí conocimos el pequeño pueblo que se ha generado en torno a esta fábrica, junto con otra de curtidos y una más de harina de hueso. 
También allí aprendimos durante el día y medio de reparaciones del Cacique II la técnica local de pesca cerca de la orilla con las consecuentes risas de los que nos observaban, sobre todo cuando al subir un pesado saco de tela deseando que fuese un surubí enorme se nos rompió el sedal en el último momento.
El río está crecido por la últimas lluvias, así que alcanza en algunos tramos algo más de un kilómetro de ancho. El barco va trazando las curvas quedando las orillas muy cerca en algunos momentos, esto hace que nuestro viaje sea más ameno todavía al contemplarlas de cerca con su avifauna y su vegetación de ribera. 
En los alrededor de 300 km de río pudimos observar 51 especies de aves diferentes, innumerables plantas y no somos capaces de imaginar cuántasespecies de peces deben albergar las turbias aguas por las que nos movemos. Lo que sí es seguro es que en 1 hora de pesca por nuestra parte capturamos 4 peces de 3 especies diferentes, de los que dimos buena cuenta por la noche acompañados de una salda frita de verdura como nos recomendaron las mujeres que viajaban con nosotros. 

La imagen que contemplamos es un placer para nuestros ojos y oídos. Disfrutamos cada kilómetro con sus vistas, del rítmico traqueteo del motor que mueve las hamacas y de una naturaleza que va creciendo en espectacularidad a medida que vamos hacia el norte y nos alejamos de los principales núcleos urbanos. Este río promete no dejarnos indiferentes.
Han sido unos días de disfrute de la lentitud y la tranquilidad del río. Los movimientos del barco son suavemente calculados y las conversaciones se suceden con la joven tripulación que no supera los 25 años de media y que posee una vitalidad y energía que hace que, por un sueldo insuficiente -2.000.000 de guaraníes, unos 500 dólares-, trabajen larguísimas jornadas laborales con disponibilidad absoluta, sin casi días libres excepto aquellos en los que el barco está parado sin actividad de carga o descarga, y que produce un gran rendimiento a su dueño a la vista de los 2 contenedores que empujamos y que bajarán llenos de rocas de cal para vender en las fábricas Asunceñas. 
Es Vega, el jefe de máquinas procedente de Vallemí, quien en las guardias nocturnas se acerca siempre a charlar con nosotros y a compartir varias conversaciones entre las que surge la de la poca rentabilidad que consigue con su sueldo por el elevado coste de vida de Paraguay, en el que la renta per cápita está inflada respecto a la realidad, acumulando mucho dinero por parte de muy pocas personas y con muchísimo dinero público desaparecido procedente de las exportaciones, una corrupción generalizada que es el mal del que se queja todo Paraguay.
En medio de muchos kilómetros de ribera con el verde predominio de sus árboles y plantas acuáticas, vemos algún cartel de prohibición de paso bajo la amenaza de aparición de guardias armados en medio del bosque, son grandes zonas de producción en algunas partes del río, explotaciones ganaderas de miles de hectáreas -que hacen de este país uno de los principales exportadores de carne mundiales- a las cuales aparecen adosadas pequeñas casitas de madera junto a las orillas donde habitan sus trabajadores, hay también silos de la maldita soja que no solo quita tierras a sus pobladores -con sus consecuencias sociales y culturales- sino que no deja dinero entre ellos convirtiendo a los pueblos originarios y pequeños agricultores en mendigos desplazados a los principales núcleos urbanos. 
Alguien nos dijo hace poco -que me perdone quien fuese por no recordarlo- que los ríos son las actuales venas abiertas de América Latina por donde se escapa la riqueza que a día de hoy se procude en sus países, y a falta de ver la zona sojera por excelencia que es el oriente paraguayo, nos sumamos a esta afirmación.
Ayer llegamos a Concepción, la capital del norte del país y antiguo puerto estratégico que el jueves celebra 239 años desde su fundación. Vamos conociendo a sus gentes, que como en todo el Paraguay vamos encontrando con un caracter envidiablemente acogedor y haciendo contactos para facilitar el transporte por el río arriba en los próximos días. 
El río nos llevará en nuestra próxima parada hasta un símbolo de la pérdida de la tierra en Paraguay, Puerto Casado, para entregar varias encomiendas y conocer la realidad de un lugar comprado literalmente por la Secta Moon, en el cual sus habitantes luchan por cambiar esta situación y hacer respetar sus derechos.

Fuente: Otramerica.com

miércoles, 30 de mayo de 2012

Un ilustre músico: Hilarión Correa

Hilarión Correa, nacido en Concepción el 21 de octubre de 1921, inició sus estudios en el Ateneo Paraguayo. 

A la edad de 22 años conformó el Trio Calandria Ñu, agrupación con la cual realizó giras por el Brasil, en donde tuvo oportunidad de cosechar numerosos éxitos en diversas presentaciones, como la realizada con motivo de la inauguración de la primera estación de television de este país, además de otras presentaciones en radioemisoras de Saö Paulo y Río de Janeiro, las dos ciudades más importantes del Brasil.
Con la casa discográfica Continental realizó sus primeras grabaciones, en la década 40`, época en que integraba el conjunto Los Paraguayitos. Regresó al Paraguay en 1950, pero dos años después debió suspender sus actuaciones por prescripción médica.
Sin embargo, el período más prolífico en la producción de materiales fonográficos lo registró en la década del 60`, trabajando con los sellos Guarania –a nivel local- y RCA Víctor, de Buenos Aires, con la participación de renombrados exponents de la música folclórica nacional como Lorenzo Leguizamón, Papi Meza, Isabelino Quiñónez y varios otros. Gracias a estos trabajos de elaboración de materiales, una veintena de discos, la música de Correa tuvo una amplia difusion y aceptación popular en todo el territorio nacional.
Hilarión Correa falleció en Asunción, el 26 de enero de 1982.

OBRAS: Palomita mensajera, Che kamba resa jajai, Che rógami, La pasionaria, Che Paraguái, Che yvoty mombyry, Amor y rosa, Normalista, Canción a Villa Florida.

Fuente: diario LA NACIÓN

martes, 15 de mayo de 2012

Doña Elvira Toranzos Aquino cumple 101 años de vida

Elvira Toranzos Vda. de Cueto nació en Concepción el 15 de mayo de 1911, en el Centenario de la Independencia patria y en coincidencia además con el Día de la Madre. ¡Cumple hoy 101 años de vida! 


La cumpleañera es hija de Elvira Josefa Aquino Quevedo (paraguaya, concepcionera) y del Dr. Lázaro Baldomero Toranzos Bardel (argentino). Tiene un solo hijo, el Dr. Ramón Lázaro Pedro Cueto Toranzos (médico cirujano).

Su niñez
Cuando cumplió dos años se trasladó con su familia a la Argentina; se crió en Santo Tomé, provincia de Corrientes, sobre el río Uruguay frente, a São Borja (Brasil).
Muy a menudo viajaban hacia el Paraguay –patria de su madre– específicamente a Concepción y Asunción. En su ciudad natal vivían sus abuelos maternos y parientes. En uno de esos viajes conoció al concepcionero y abogado Ramón Cueto Arévalo, cuya familia era muy conocida en la ciudad. Recuérdese la Casa Cueto, situada frente a la Plaza Uruguaya, propiedad de su hermana María. Ramón era primo de Julia, la esposa del Mariscal José Félix Estigarribia.

Su gran amor
Se casó con Ramón Cueto el 15 de agosto de 1945 y desde ese momento vivió en Asunción con gran amor y su único hijo –Ramón– casado con Beatriz Reclusa Von Streber, jubilada bancaria. Es abuela de su única nieta Mónica Beatriz, administradora agraria, quien cariñosamente la llama abuela Cuca.

Más sobre su familia
La abuela Cuca es la segunda hija del matrimonio conformado por Elvira y Lázaro; tuvo varios hermanos más, ya fallecidos: el mayor, profesor Lázaro Benjamín –veterinario catedrático–, Blasia Stella –profesora normal–, Aníbal Argentino –médico cirujano– y el último, Julio José –odontólogo-.

Maestra normal
Apasionada por la docencia, se recibió de maestra normal en Santo Tomé. Ejerció su profesión y además ayudó a su padre –médico– oficiando de secretaria y enfermera.
En sus posteriores viajes a Concepción –ya casada– tenía la costumbre de congregar a niños y adultos de la zona para enseñarles a leer, escribir y contar, en forma totalmente desinteresada. Estos alumnos eran peones y sus hijos, que vivían y trabajaban en la zona, no tenían la oportunidad de ir a la escuela.
Su intención era hacerles conocer el Paraguay y su cultura, aún sin haber ellos viajado nunca. Había recreos, juegos, cantaban el Himno Nacional y otras canciones patrióticas. En retribución, sus alumnos le regalaban dibujos, piedritas, flores, frutas.

Su día a día actual
Se despierta a las seis de la mañana, y es cuidada por una señora que la ayuda con mucho afecto. Come de todo, toma a hora los remedios que debe, descansa, camina con ayuda y usa silla de ruedas.
A veces lamenta no poder desarrollar ciertas actividades, escucha menos, aunque ello no impide que vea la televisión, con un volumen un poco más alto.
Acostumbra leer el diario y se deleita con bellas músicas, especialmente paraguayas, de la primera mitad del siglo XX, guaranias, polcas y recuerda cuántas serenatas recibió.

Menú elegido
Tanto el desayuno como la merienda incluyen té con leche. Para el almuerzo opta por viandas o deliverys; incluso adora y come croquetas y empanadas. De tardecita toma leche y duerme alrededor de las 19:00. Sin vicios, nunca fumó ni tomó bebidas alcohólicas. Optó por capacitarse y fomentó lo mismo en su hijo ayudándolo en todo, con gran amor. Ama de casa como las de antes, hasta hoy cuida los detalles de su hogar.
Muy talentosa y
patriótica
Además de ser docente, la abuela Cuca canta, ejecuta el piano y recita bellos poemas de memoria, con una interpretación magistral. Es un verdadero ejemplo de la valiente mujer paraguaya, nacida el 15 de mayo de 1911, en el Centenario de la Independencia patria y en el Día de la Madre. Celebra hoy con indiscutible patriotismo los 201 años de la heroica gesta libertaria de nuestra hermosa patria paraguaya.



Fuente: ABC Color

HOTELES EN CONCEPCION PARAGUAY

HOTEL FRANCES
Pte. Franco y Carlos A. López
Teléfonos: 595(331)242383 / 242750 / 242600

HOTEL PUERTO SEGURO
Calle Pte. Franco y Juan B. Otaño.
Teléf.: 595 331 241895 / 6.

CONCEPCIÓN PALACE HOTEL
Mcal. López 399 esq. Eugenio A. Garay
Tel: 595 331 241858

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Pte. Franco e/Yegros.
Tel. 595 331 242360

HOTEL VICTORIA
Pdte. Franco esq. P. J. Caballero
Tel. 595 331 242256 – 242826

HOTEL CONCEPCION
Don Bosco c/ Prof. Cabral
Tel. 595 0331 242360

HOTEL FLAMINGO
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Tel. 595 0331 241211