miércoles, 30 de enero de 2013

Descripción de "Concepción jerere"

Emiliano con su madre
EMILIANO R. FERNÁNDEZ era un andariego nato. 
Sus pies fueron hechos para convivir sin tregua con el polvo de los caminos y no para detenerse en un largo bostezo. Sus versos testimonian que su vocación de hombre era transitar los senderos de la patria sin fatiga.
Fiel al fuego que le quemaba el espíritu, el poeta estuvo en Concepción. Y quiso revivir los itinerarios que guardaba en la memoria.
Había hecho su servicio militar en la Primera Zona Militar con asiento en la capital del primer departamento. Entonces, en sus días de franco, su pasatiempo era recorrer el entorno concepcionero, las diversas compañías del distrito. Al retornar, años después, se dispuso a volver a los sitios que le resultaban familiares. Venía de Puerto Casado según expresa en los versos de CONCEPCIÓN JERÉRE. 
Aquí vuelca sus recuerdos y expresa la intención de reencontrarse con lo que había vivido alguna vez.

TEÓFILO JAVIER MEDINA, minucioso investigador concepcionero, es la fuente de los datos que compartimos con nuestros lectores. Él conoce palmo a palmo los sitios mencionados por Emiliano y posee referencias concretas con respecto a los nombres de lugares y personas. Junto al sacerdote salesiano DIÓGENES GONZÁLEZ y otros, el año pasado, como una de las actividades organizadas para celebrar un nuevo aniversario de la fundación de Concepción, se realizó un recorrido ciclístico de 33 kilómetros por los puntos mencionados en la obra del poeta.
«Emiliano conocía demasiado bien toda esa zona. Requejo, que tal vez fue un apellido, es una compañía que está camino a Belén. Era un punto intermedio para el desalijo de la madera que salía de los obrajes cercanos. EL ALMACÉN DE KALI, apodo de CALIXTO GAMARRA, era el lugar de encuentro de la carrería, los alzaprimeros. Felipa'i - Felipa Pintos- era la almacenera del kilómetro 13, vía férrea -que unía Concepción con Horqueta-, la segunda estación. El ka'aty de los Guggiari también estaba en su itinerario», cuenta Medina.
En Paso Urunde'y estaba la familia Araujo. «Eran los parientes de aquel capitán Bartolomé Araujo que encabezó el levantamiento de Concepción en 1947», acota Teófilo.
Los Pedrozo vivían a orillas del río Ypané. En el Paso Pedrozo comenzaba el camino que llevaba a Puerto Yvapovó, sobre el río Paraguay. «Yo le pregunté a una de las hermanas Pedrozo si ellas le habían conocido a Emiliano, si habían tenido algún trato con él. Me dijo que no, que solo sabía que el poeta había pasado por allí», comenta Medina.
«Por el callejón de Hugua Hovy transitaban las alzaprimas. Latorre -como dice Emiliano, pero que posiblemente era solo Torres, porque éste es el apellido de los que hoy viven en el lugar-, era un parador de carretas que venían de Pedro Juan Caballero. Hasta ahora está el imán del lugar: un yvu cristalino. Pépe opupu pe y (Del manantial brota con fuerza el agua)», sigue contando.
¿Y ese nombre tan extraño que es «Savíta»?. «No sé lo que significará. Ese es lugar que está al salir de Concepción, al norte de la actual ruta asfaltada. Era un lugar de carrería donde se hacía el desalijo de rollos. Cerca está el Ykua Sara donde había lo esencial para los carreros: agua y sombra», responde Teófilo Javier Medina.
«No me es posible precisar dónde pudo haber empeñado su poncho. Casi con seguridad, lo hizo por caña. Pudo haber sido en “Kali” o Belén. La costumbre era dejar una prenda y recuperarla después pagando la deuda», menciona luego.
Emiliano, al comenzar, habla de un «pájaro extraño». Lo explícita en la estrofa final: Guyra Campana. Era uno de sus seudónimos al firmar en las publicaciones de Ocara poty cue mi.
Según la Antología Poética de Emiliano R. Fernández a cargo de Rudi Torga1, Concepción jerére fue escrito en 1925 en Concepción. Medina estima que pudo haber sido entre 1927 y 1928.
                                                                                                                  (1) TORGA, RUDI. Antología Poética.
                                                                                                                              Asunción, El Lector, 1998 CONCEPCIÓN JERÉRE

Pende vállepe iko'ê
guyra iñeytrañoitéva
concepcionera peiméva
peñembyaty cherehe
ko'ápe pohechase
aunque soy desconocido
ajúnte poñandumívo
ko'âgâ ipahaite.


Puerto Casado-gui aju
ajehekýi sapy'ánte
ndaha'éi de atorrante
asêva amuña yvytu
péina ko'ápe ajuhu
penendive avy'áta
águi katu aváta
kyvô aheka mborayhu.


Che mitâvepeva'ekue
aikóma pende apytépe
Primera Zona cuartélpe
mitâ akâhâtâite
ymáma upehague
ndaha'evéima sonséra
opáma che yvotykuéra
upe tiémpope guare.


Ko'âgâ aju añatoîmi
ko'â opu'â pyahúva
noiméipa upe che rayhúva
guáina ra'y morôti
che suertese michîmi
amoneî la che áma
ha añeñandu porâma
tujágui añemo'âguî.


Chemborari ko ro'y
asê haguâ aheka
aipotánte cheirûrâ
ho'o porâva peky
taikoygua, taitavy
tove tahesakuape
ndaha'éitama guive
de aquella áva mbyky.


Ko ciudad-gui asêvove
ku Rincón ahechamíta
kyvômivévo Savíta
yma che vy'ahague
upégui ahase
Requejo ha upéi Belén-pe
oime peteî almacén-pe
che poncho ampeñava'ekue.


Upévare ajapura
ko iñañáva ro´ýeaiko 
dos peligro guýpe
che ratâ terâ akaipa
upeháre ahâ'âmba
asêvo tanimbupágui
mamá cocina ruguágui
aityvyro che chara.


Ijami ramo ahase
ajovahéi Ypanémeha 
upéi Pedrozo rokême
taja ko'êmba mboyve
tahechami mokoîve
tajýra estrella temprana
ku Fidencia ha Marciana
ha ta'a che re'ônguete.


Horqueta ládo taha
tasê Paso Urunde'ýpeha 
umi Araújo reindýpe
tambopumi mbaraka
enseguida tahasa
pe Guggiari ka'atýpe
Callejón Hugua Hový-pe
Latorre-pe tapyta.


Upégui tajevymi
taguâhê Felipa'ípeha 
upe rire katu Kalípe
ajukáne sevo'i
oime kapi'i katî
ñande pytu ombyakúva
oime milómbre ha ruda
ha el puro guavirami.


Peja tapohêtûmi
lozana concepcionera
amombe'úta che réra
ikatúne poservi
chéko aikóva añemi
en esa selva lejana
che ha'e Guyra Campana
guyra pepo morôtî.                                                              
                                                                                                 Letra: EMILIANO R. FERNÁNDEZ

Prof. Ramon Gimenez describe las Obras de Emiliano R. Fernandez

El profesor Ramón Giménez, conocido investigador popular y estudioso del idioma guaraní, desarrolló una conferencia didáctico–cultural, sobre la vida del gran poeta popular Emiliano R. Fernández.

El licenciado Ramón Giménez describe a Emiliano valiéndose de anécdotas, fotos, poemas y músicas, en vivo y grabado, entre ellos varios temas inéditos que hablan del sentimiento del poeta respecto a la contienda chaqueña.
Giménez desarrolló el relato de la vida del poeta tomando como base las canciones creadas durante su pasaje antes, durante y después de la Guerra del Chaco.
Dejó constancia de que el poeta fue un protagonista de la contienda estando en el frente, lo cual lo dedujo a través de sus varias composiciones, como Reservista purahéi (poema), que escribió posiblemente ante las turbulencias y convulsiones internas que reinaban en el país, aprovechadas por Bolivia para preparar la ofensiva. 
Amenazo ha Lorito en 1927 (purahéi), que ofende e insulta a los bolivianos e increpa a Eligio Ayala, presidente de Paraguay.
En 1927, en Puerto Casado, escribió Rojas Silva rekávo, en el cual recurrió como venganza a la ley del talión, sangre por sangre, y a movilizar sin contemplación por el asesinato de Rojas Silva. En 1931 escribió poemas como Marzo ko′ême y Los nietos de Solano López, refiriéndose a la Guerra de Triple Alianza.
El conferencista comentó que Fernández escribió durante la guerra Trece Tuyutî, el 20 de enero de 1933, en el cual describe la primera batalla de Nanawa. En el mismo año, tras la segunda batalla de Nanawa, escribió Cuatro de Julio.
Luego aparecieron otros temas como Che retén–pe pyhare, que es un diálogo virtual con el viento, donde le confiere todas sus ansias y situaciones. Se acuerda de su "china" y de su mamá al inicio y al final del poema. Guyra pepo atâ, en mayo de 1934, en el campo Ballivián, en el cual rechaza la aparición de un avión enemigo describiendo la espantosa situación de los soldados en la selva. También Farra chu′imi y Opáta la guerra, entre otros.
Además exhibió varias fotografías en las que el poeta aparece, a más de algunos manuscritos de la época. Muchas de las fotos pertenecen al director de Cultura de la Municipalidad, Teófilo Medina.

Fuente: ultimahora

Revolución del 47: Una muerte injusta

En un episodio, el 8 de julio de 1947, a las 7,30 hs. cae una bomba en el patio del Sr. Leandro Echagüe a pocos metros de la "tuca" protectora de la familia. 

Avion de la epoca
Como venía sobrevolando la zona del Salesiano un avión gubernista, cuyo piloto quería bombardear la Barraca de la firma "Ruiz y Jorba" pegada al Salesiano, creyendo que ahí había un gran depósito de armas y pertrechos, erró unos 100 metros. 
Y la bomba cayó, como se dijo, al costado de la tuca de los Echagüe. En esta tuca, la madre de los Echagüe, doña Concepción Torales de Echagüe acababa de ubicar a tres de sus pequeños hijos, pero como una hija menor no volvía del almacén adonde se la había ocupado, al escuchar el silbido de la bomba que caía, corrió del corredor hacia la boca de la tuca y... en eso estalla la bomba a escaso medio metro donde se encontraba corriendo doña Concepción, matándola instantáneamente. 
La pierna izquierda fue cercenada y se la encontró en la calle, intersección de las Avenidas Pinedo y Herminio Mendoza, a unos 100 metros de la casa.
 La herida mortal fue una esquirla con orificio de entrada en la mejilla derecha, y el de salida, con un gran boquete, a la altura de la sien izquierda, a más del vientre que fue acribillado por un montón de esquirlas. 
El Comando Revolucionario de inmediato envío a la casa de la infortunada a los Dres. Joaquín Miranda, Roberto Paleari y César Guggiari, con la orden de embalsamarla. Luego de examinar, los médicos dictaminaron que era imposible embalsamar, debido a los destrozos y que se lamentaban doblemente, porque doña Concepción estaba embarazada de 5 meses, doble y triste crimen que inconcebiblemente se da en una lucha fratricida, entre hermanos de una misma raza, de una misma religión y de una misma nacionalidad.
En gesto digno de mención, el Cnel. Juan Lisboa, quien era Jefe de Intendencia de las Fuerzas Revolucionarias, entregó al soldado Blas Echagüe dos billetes enormes de a 1000 $ c/u para sustento de la familia y a sus hermanas envió víveres y una pieza de tela negra para luto.
El Sr. Leandro Echagüe y Flia. fueron alojados en una habitación del Colegio Salesiano, con sus hijos, durante 26 días.
Con motivo de la toma de Concepción e invasión del campo por las huestes gubernistas (pynandíes), el Sr. Leandro Echagüe tuvo que abandonar su Estancia "Cerrito Totora", la que fue ocupada por centenares de soldados quienes, ayudados y azuzados por vecinos colorados, llegaron a faenar más de 400 cabezas vacunas para festines corridos y no contento con esto, destrozaron totalmente la Estancia. Pero el Sr. Leandro Echagüe era apresado constantemente por orden del Cap. Chávez y gracias al pedido especial del Sr. José D. Portillo, se le concedió un salvo conducto y ya no se lo molestó más, pero, lamentando las víctimas de los bombardeos, pocas por cierto en Concepción, fueron muchísimas sin embargo a lo largo y ancho de la República, perpetradas no sólo por colorados, sino también por las huestes revolucionarias, no pudiendo sopesarse hacia qué lado de la balanza se inclina uno u otro grupo. 
Estas calamidades sirven de ejemplo y mensaje para éstas y futuras generaciones por aquello de que "LOS HERMANOS DEBEN AMARSE LOS UNOS A LOS OTROS". Y que, en nombre de DIOS, la PATRIA y la FAMILIA, no se repitan más tamañas iniquidades.

Fuente: Pinceladas y vivencias del 47 - Dr. Pedro D. Ruso

domingo, 6 de enero de 2013

Crimen de Mateo Gamarra: Historia que se hizo leyenda

Este viernes se cumplirían 81 años de un episodio inmortalizado en la popular polca interpretada por el dúo Quintana-Escalante: El asesinato de Mateo Gamarra por parte de su concubina Delfina Servín.

La historia se origina en la localidad conocida como Puerto Guaraní, departamento de Alto Paraguay.Es media mañana del miércoles 12 de octubre de 1931 cuando arranca el baile y van llegando paulatinamente los trabajadores de la fábrica de tanino, quienes se disponen a aprovechar el feriado por el Día de la Raza.
En medio de la fiesta aparece Mateo Gamarra, uno de los empleados de la comunidad, pide un tema musical y se dispone a disfrutar de la polca junto a “una tal” Emilia Ortiz.
Minutos después, se presenta Delfina Servín, la esposa del hombre, tal vez alertada por vecinos sobre la escena. Luego de confirmar el engaño, la mujer le reclama su actitud al “Don Juan”, quien a su vez expresa no estar dispuesto a disculparse o excursarse siquiera y se apresta a seguir con la amante.
Lo que Gamarra no se imagina es que su respuesta acabaría con la paciencia de su pareja, quien llegó preparada para la ocasión.
“Che ha'e Delfina Servín, ne'írâ chekuaapa. (Yo soy Delfina Servín. Todavía no terminás de conocerme)”, expresa la mujer ya humillada y despechada antes de desenfundar un revólver y efectuar los cinco tiros certeros.

Malherido, Gamarra cae y luego de pedir auxilio, ya en agonía reclama el motivo del ataque, a lo que Delfina contesta: “Reikuaáma, Gamarra, ku Delfina oje'eha. Anichéne rejekeha, si a tiempo roavisa (Ahora ya sabés quién es Delfina. No te quejes, que bien se te avisó)”.
Esta es la historia recogida en la letra de la polca “Mateo Gamarra”, uno de los temas que se popularizó de manos del dúo conformado por Carlos Quintana y Martín Escalante.
El compuesto inicialmente era considerado de autoría desconocida, aunque posteriormente se supo que fue registrado por Estanislao Báez.
En Autores Paraguayos Asociados (APA), Luis Melgarejo, uno de los encargados del Departamento de Registros, confirmó que el poema corresponde a Báez mientras la melodía, a Eladio Martínez.
La letra fue registrada ya en la década del '70 en la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (SADAIC), de acuerdo a los datos manejados por la institución.


“LA HISTORIA ES CIERTA”

El ingeniero Carlos Vergara Báez, nieto de Estanislao Báez, asegura que la historia narrada en el compuesto es un hecho real.
“Él (Estanislao Báez) era ferroviario y era responsable de fiscalizaciones, por lo que viajaba a diferentes lugares del país y justo llegó a Puerto Guaraní cuando la gente aún estaba conmocionada por lo que pasó”, indicó al detallar relatos de su abuelo.
De esta manera, Estanislao Báez, quien igualmente era un asiduo escritor, recogió los testimonios de los pobladores y decidió contar el hecho a través de los versos, señaló Vergara.
“Siempre escribió y tiene un montón de manuscritos sobre la Guerra del Chaco y otros hechos y que guarda mi mamá”, refirió.
Según el “boca a boca”, Delfina Servín cumplió una condena en prisión y pasó sus últimos años como florista frente al Cementerio de la Recoleta. Sin embargo, en el penal de mujeres no existen registros sobre ella.


“NADA SE SABE”

Para el historiador Luis Verón, no hay certeza respecto a si el episodio realmente se registró o fue producto de la imaginación de un poeta. “Se ha investigado mucho y no se encontró nada”, expresó.
Comentó que incluso equipos de investigadores fueron hasta el llamado Puerto Guaraní, sin embargo los pobladores no pueden aportar datos fehacientes del caso.
“Nadie sabe nada. Si ocurrió, pudo ocurrir en otra localidad. Tal vez no pasa de ser una leyenda rural”, manifestó.


Fuente: ABC Color

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